Uno de los mayores desafíos en México es lograr un equilibrio entre la vida personal y profesional. Los trabajadores suelen pasar más tiempo en sus lugares de trabajo que en sus hogares, lo que genera un desbalance en su bienestar y salud (Burnout). Ante esta situación, es fundamental implementar herramientas y estrategias que mejoren el entorno laboral.
El Burnout, o síndrome de desgaste ocupacional, ya es reconocido como una enfermedad laboral en la Ley Federal del Trabajo (LFT). Este trastorno, asociado con el estrés severo y dificultades de adaptación, fue incluido en la legislación a finales del año pasado.
Según datos de la UNAM, en México el 75% de los trabajadores sufren fatiga por estrés laboral y más del 40% de quienes trabajan en oficinas se sienten exhaustos, superando a países como China y Estados Unidos.
Dado este panorama, el estrés laboral ha sido formalmente clasificado como una enfermedad profesional dentro de la LFT. Para el 2024, las empresas deberán enfocar sus esfuerzos en prevenir el Burnout, lo que permitirá reducir incapacidades, mitigar el impacto en las primas de riesgo ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y evitar pérdidas en productividad, de acuerdo con un informe de El Economista.
Prevención del Estrés Laboral
La prevención del Burnout está vinculada a varios factores, como la carga de trabajo, la duración de las jornadas laborales y el adecuado descanso. Establecer límites claros en los horarios y distribuir las tareas de forma equitativa es esencial para generar un entorno laboral saludable.
A largo plazo, el Burnout puede desembocar en problemas graves como depresión y ansiedad, afectando no solo la vida profesional, sino también la salud física y las relaciones personales. Este síndrome se manifiesta en tres aspectos clave: agotamiento emocional, despersonalización o cinismo y una disminución de la eficacia profesional.
Entre sus principales causas destacan la sobrecarga laboral, la falta de control, recompensas insuficientes y una desconexión social que genera falta de apoyo.
Según una investigación de la Universidad de Zaragoza, existen tres tipos de burnout:
- Burnout por sobrecarga: Se presenta en trabajadores que llevan un ritmo frenético, abrumados por el exceso de responsabilidades y compromisos laborales.
- Burnout por desgaste: Afecta a empleados que, ante cualquier dificultad, optan por rendirse. Su estrategia de afrontamiento es la desconexión conductual.
- Burnout por aburrimiento: Se caracteriza por una sensación de estancamiento personal en el trabajo. Las personas afectadas combaten este sentimiento con desahogo emocional o desconexión conductual.
El Futuro del Cuidado Personal en las Empresas
Actualmente, muchas empresas están aprovechando la tecnología para mejorar la salud mental de sus empleados, especialmente aquellos que trabajan de forma remota. Un ejemplo destacado es la plataforma de Welbe, que integra bienestar físico y emocional, ofreciendo acceso a psicólogos y herramientas de prevención, como evaluaciones de estrés.
Además, algunas organizaciones han implementado programas de bienestar digital que incluyen sesiones de mindfulness, acceso a telemedicina y el uso de wearables para monitorizar la salud. Estas soluciones no solo impactan de manera positiva en el bienestar individual, sino que también promueven una cultura organizacional más saludable y productiva.
La tecnología juega un papel clave en la prevención de problemas de salud mental en el teletrabajo. Al combinar herramientas digitales con un enfoque humano, los empleadores pueden crear un entorno más equilibrado y saludable para sus empleados.
Beneficios para Empresas y Colaboradores
Adoptar estas soluciones tecnológicas no solo mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también beneficia a las empresas al reducir los costos asociados con la baja productividad y el ausentismo. La clave para el éxito radica en integrar las herramientas tecnológicas con un enfoque preventivo y centrado en el bienestar.
Afortunadamente, muchas empresas ya han comenzado a implementar medidas preventivas, que van desde la gestión adecuada de horarios y tareas hasta el uso de tecnologías como plataformas de bienestar y telemedicina. Estas herramientas ayudan a reducir el estrés laboral y a fomentar un ambiente de trabajo más equilibrado y saludable.
